viernes, 29 de agosto de 2014

...deberías quitar el flash

Refrito de Viaje a Bélgica. Taras sociales. 27.03.2008. La tecnología es democrática, generosa y sobre todo caritativa, le da pan a quien no tiene dientes. Como aficionado a la fotografía, me canso de ver flashes centelleando aquí y allá sin sentido, da igual si es día o noche, hay sol o sombra, a contraluz o no... miento, a contraluz no lo veo casi nunca, que es cuando hay que poner el flash. La tecnología tiene la culpa y muy especialmente el modo yonosedesto de las cámaras digitales, y más aún en los smartphones, cuyo flash es comparable en lumens al que emisión de una luciérnaga tartamuda y cabreada.

Antes, cuando no existían las cámaras fotográficas digitales, casi no veías flashes, simplemente la mayoría de la gente no tenía cámara o si tenía una, era de las de tipo Primera Comunión: un tocho inerte a carrete con arrastre manual sin flash, y que se usaba poco, en contadas ocasiones, porque claro, había que revelar las fotos y eso era caro. Y no te digo aquellas cámaras con flash de un solo uso, recuerdo al menos dos en mi casa cuando era niño, una que tenía un flash en línea y otra que tenía un flash en cubo, con solo cuatro usos, auténtico invento del doctor Bacterio. Esta afición viene de mi madre; me recuerdo de niño como se recordará mi hijo de mayor, con un objetivo al frente y luces cegadoras impresas en la retina. 

La llegada de los flashes reusables en las compactas de película y por supuesto en las digitales llevó al uso indiscriminado de esta impulsiva luz que prácticamente no vale para nada, excepto para provocar el calentamiento climático. En los smartphones el flash es más bien decorativo, y tan solo valen para quitar ansiedad a los usuarios hasta que ven el resultado. Al respecto, estoy confeccionando una teoría que achaca el calentamiento climático a los flashes de las cámaras digitales, no os riáis, tengo números que lo demuestran, solo me falta hacer los gráficos y pasar el informe a Al Gore... (nota de 2014: cielos, cuando escribí esto Al Gore era alguien). 

Como ya he dejado entrever al principio, el realmente responsable de ese enjambre centelleante que se ve en los estadios olímpicos cuando están a punto de encender el pebetero es el modo yonosedesto que tienen todas las cámaras digitales activado por defecto. Ni una sola de esas miles de fotos olímpicas sale con una exposición correcta, a excepción de aquellas en las que coincidan los flashes sincronizados de dos o tres mil cámaras cercanas, cosa que parece harto improbable. Como bien habéis podido comprobar en vuestras propias carnes, esa carencia de flash/exposición se traduce en fotos oscuras, caras borrosas y escenas movidas.

Generalmente, la sofisticación del modo yonosedesto de las digitales se basa en hacer una medida de luz o fotometría del conjunto del cuadro a fotografiar, y en función de esa medida, habilitar el flash o no... ¿no? No. La experiencia dice que el modo yonosedesto solo deshabilita el flash en el contraluz, es decir hacemos la foto al churri en esa bella puesta de sol que al final queda como una silueta en el que no se ve la jeta al churro. No se ha disparado el maldito flash, lo cual es lógico, dado que el sol esta de frente y por lo tanto hay mucha luz, y en la mayoría de los modos yonosedesto, el flash de relleno no es más que rareza de los frikis fotográficos. De ahí viene el modo yonosedesto, que es lo que dice uno cuando en la foto de la puesta de sol se ven solo los soplillos en la silueta a contraluz, y que es lo único que reconoces del churri. "Mira churri se te ven los soplillos".

En cualquier otra situación fotográfica, a menos que sea a plena luz del día, con el sol a la espalda del smartfotógrafo, el maldito flash se dispara, calentando el polo y poniendo ojos rojos, que esa es otra, y no iluminando nada, bien porque no llega o porque no hace falta.

¡¡¡Quita el flash, hombre!!! Por ejemplo, que te entre en la cabeza: nunca vas a hacer una foto decente en una boda dentro de la iglesia si no es con un flash de tipo foco de estadio y una cámara semiprofesional. No saques fotos en las iglesias, a no ser que hagas la foto a menos de 2 metros de la novia, que nunca va a ser así, porque claro, no le sale la cola... A más de dos metros, lo que esté detrás da igual, todo va a estar borroso y/o oscuro, así que puedes hacer la foto en los baños del restaurante si os ha echado ya el cura, que no se va a notar.

La otra opción es disponer de un flash como Dios manda: cómprate una cámara maja con un ISO alto, esto te permitirá hacer las fotos dentro de las iglesias (hasta sin flash... magia...) con una calidad directamente proporcional al coste de la cámara (por lo de la relación calidad/ruido). Es decir, el mayor ISO que tenga la cámara debe ser igual a los euros que cueste dicha la cámara (Ley $NR de las Digital-$LR), o sea, una cámara con ISO 1600 que cueste 200€, te va a sacar como mucho unas manchas luminosas, la mancha luminosa clara es la novia y lo de al lado el novio, no te engañes debes gastarte 1600€. Ten en cuenta que en el visor LCD se ve todo bien, pero no es la foto, no quieras luego imprimirlo.

Como no te vas a comprar la cámara maja porque para cuatro fotos que haces ya tienes el smartphone a mano, al menos pon el flash manual, para poder controlar cuando como y porqué quieres que salga el coloreador de ojos, podrás colaborar con el enfriamiento climático y verás la cara de tu churri en esos contraluces en la puesta de sol... veras la cara pero no los colores de la puesta de sol, porque ese es otro tema. Así que por eso yo digo que deberías quitar el flash.

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