A través de Miguel me ha llegado la noticia de que la compañía Acorns ha publicado una app con la que con tu smartphone poder intermediar en tus compras redondeándolas a la mayor, es decir, si compras algo que vale 2,50€ pasas a pagar 3,00€, pero en lugar de quedarse descaradamente con ese diferencial, invierten por ti esos céntimos de redondeo en distintos fondos de inversión que te serán más o menos rentables en función de la agresividad/riesgo que determines bajo tu responsabilidad pero dentro de su portfolio.
Básicamente es el bote de la calderilla que el ama de casa custodia desde siempre en todas las cocinas del mundo mundial, pero electrónico, y en el que en lugar de meter la mano el niño o el abuelo, mete la mano binaria un señor que no sabes quien es y se lleva un fijo y una comisión, porque pasa a ser asalariado tuyo a cambio de una prometida rentabilidad, que en realidad no prometen, porque se saben el tranta ese de "rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidad futura" y otros más, eso si, como siempre, en letra muy pequeña, no apta para presbiópatas.
Entre las garantías que aportan para la inversión, aparece un proceso automático, un algoritmo, guiado por un equipo de ingenieros, matemáticos y UN economista que ha ganado el Premio Nobel, aunque no dan pistas sobre quien es ni sobre qué disciplina fue galardonado (por ejemplo, Muhammad Yunus es economista y banquero, y le concedieron el premio Nobel de la Paz en el 2.006), con lo que no sé si es una garantía suficiente como para que alguien te meta la mano en el bote de la calderilla a cada rato... aunque si lo pensamos bien, "rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidad futura", y cuando han sido los economistas y banqueros los encargados del asunto, la cosa ha ido regular tirando a crisis mundial... lo mismo una panda de nerds se preocupa más de la optimización y funcionamiento del proceso automático inversor de marras que de llegar al fondo del bote de la calderilla y quedárselo todo.
El caso es que a mí lo primero que se me ha venido a la cabeza cuando he visto la noticia, han sido los recados al colmado que me hacía mi madre cuando era pequeño, ir a la tienda del señor Juan, por ejemplo, donde yo también siempre me llevaba una comisión fija (un cuerno de chocolate) y un variable (unas monedas para chuches y el TBO), por eso yo digo que eso lo hago yo desde pequeño.
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