El profeta Samuel Hahnemann |
En un primer momento, el método científico aprendido por Samuel en su anterior formación médica le confundió, y poco tardó en darse cuenta que los principios nocivos administrados en dosis razonables no sanaban a sus pacientes, sino todo lo contrario, como era de prever, por lo que pensó que quizá grandiosas dosis proporcionarían el anunciado efecto sanador... pero no fue así... estas lamentables experiencias fueron muy lloradas por multitud de viudas en aquellos días funestos. Fue durante una de sus meditaciones sobre el sentido de la revelación, cuando en pleno éxtasis místico fue bendecido de nuevo con este divino tranta: "diluye el principio nocivo en agua"... y como todo tranta, para que adquiera el estatus de verdad suprema, solo es cuestión de repetirlo un alienante número de veces y de ahí surgió la solución a su problema, el misterio se hallaba en la dilución del principio nocivo ad infinitum, y Samuel pudo comprobar científicamente que con esas diluciones infinitas del principio nocivo, sus temerosos pacientes ya no empeoraban en los síntomas de las enfermedades que les aquejaban, y lo llamó la Ley de la Infinitesimalidad.
Estas revelaciones al profeta Hahnemann le llevaron fundar su propia iglesia y a escribir las sagradas escrituras homeopáticas que propagó a los cuatro vientos hasta llegar a nuestros días, donde organizaciones, farmacias e indivíduos con ánimo de lucro administran la fe y se encargan del rito de la consagración de la sagrada dilución homeopática.
Una de las principales características de la mayoría de los practicantes homeopáticos es que curiosamente no saben que son practicantes de una oscura religión, en su desesperación ante el dolor y la enfermedad, probablemente ante el fracaso de la medicina y farmacología convencional, o porque está de moda, porque se lo ha dicho su tía, porque sale en la tele y en internet, o porque la vecina asegura que funciona, abrazan la fe homeopática, convencidos de que comulgan un preparado científicamente probado, testado clínicamente, probablemente de origen natural, avalado por sus farmacéuticos y confiados en que el Ministerio de Sanidad les protege de oscuras organizaciones con claros fines, sin tener consciencia de que realmente lo que están haciendo es solo un acto de fe. Y la fe, cura montañas, digo... las mueve, perdón.
Con el fin de iluminar a los seguidores indoctos de la fe homeopática expongamos los 10 mandamientos de la homeopatía como introducción a la base teórica del rito de la consagración del agua, eso sí, respetando la terminología iniciática:
1. Confinarás el principio nocivo en la sagrada Tintura Madre (TM)
2. Diluirás una parte de la TM en 99 partes de agua y obtendrás una dilución 1CH (Centesimal Hahnemann)
3. Agitarás y golpearás con energía la dilución y lo llamarás dinamizar
4. Diluirás una parte del 1CH en 99 partes de agua y obtendrás una dilución 2CH
5. Dinamizarás la dilución
6. Diluirás una parte del 2CH en 99 partes de agua y obtendrás una dilución 3CH
7. Dinamizarás la dilución
8. Repetirás ad infinitum la dilución hasta conseguir el CH sagrado; 15, 30... 100... 200... Cuanta mayor dilución, mayor efectividad
9. La dilución homeopática será sagrada sólo si es consagrada por una organización, farmacia o individuo con ánimo de lucro, cualquier otra consagración doméstica garantiza exactamente la misma eficacia sanadora, pero no lucrará
10. Conservarás la sagrada dilución homeopática en bellos envases y la distribuirás por los siete mares entre grandes promesas a cambio de donaciones para continuar propagando la doctrina con lucro, y la llamarás producto homeopático.
La clave de todo este complejo y metódico ritual solo tiene un fin, hacer desaparecer completamente el principio nocivo de la Tintura Madre en la dilución hasta no dejar rastro alguno del mismo. Ese es el dogma de la fe homeopática. Para que entender lo efectiva que puede llegar a ser esta ceremonia veamos un ejemplo gráfico... una disolución habitual en un producto homeopático puede ser de 30CH, lo que es equivalente a introducir una sola molécula de la Tintura Madre en una piscina esférica del tamaño de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, suponiendo que la Tierra tiene una órbita alrededor del Sol y que la dilución conseguida se puede dinamizar convenientemente. Lo del tamaño de la piscina equivalente es algo que no dejó claro el profeta Samuel en su legado, entre otras cosas porque no estaba definido aún el número de Avogadro, y aunque tal número se sale fuera del raciocinio estándar, está universalmente aceptado en la química moderna, pero vamos, que el cálculo está bien hecho aunque parezca increíble, como el resto de este texto.
De acuerdo con la Ley de la Infinitesimalidad, cuyo mayor mérito del profeta Samuel fue poder pronunciarla del tirón y en alemán, el agua diluyente adquiere entonces, y en su mayor dilución posible, el poder sanador... a esa absurda dilución obtenida es lo que se denomina producto homeopático, también comúnmente conocida por su formulación química (H2O). Este producto homeopático, a pesar de no tener ni una sola molécula del principio nocivo original, tiene la facultad de haber adquirido una memoria, lo que además le proporciona algún tipo de inteligencia, porque tal agua no solo recuerda con que principio nocivo ha estado en contacto, sino que además actúa en consecuencia sobre la enfermedad concreta para la que fue bendecida.
Posteriormente Samuel y sus sucesores llegaron a la conclusión ecuménica de que el agua podía ser sustituida por alcohol, azúcar, lactosa, harina o bacalao al pil-pil, dado que el ritual divino de la dilución del principio nocivo proporcionaba exactamente los mismos resultados en los productos homeopáticos mientras se garantizara la inocuidad del diluyente durante la comunión del practicante. Algunos estudios usando el ácido clorhídrico o la lejía como diluyente también fueron lamentados por viudas de la época, llegando a la conclusión científica de que no todos los diluyentes adquirían la buscada memoria sanadora, aspecto que parece clave en este asunto.
Como en todas las religiones, dependiendo de las corrientes teológicas seguidas, fueron surgiendo variaciones rituales, nuevas escalas de dilución iterativa, aceptadas por la santa madre homeopática y reconocidas como la Decimal Hahnemann, DH (1/10) o la Cincuentamilesimal Hahnemann, LH (1/50.000), donde ya la molécula del principio nocivo disfruta de sus baños en piscinas de escala multi-galáctica, pero afortunadamente con equivalentes resultados. Dependiendo de distintas las escuelas homeopáticas nacionales también surgieron controversias al respecto de la perseverancia en la dinamización, variando desde la decena de firmes sucusiones alemanas hasta más del centenar de la escuela francesa, pero con el acuerdo universal de la comunidad homeopática de la necesidad de que los hidromeneos siguieran siendo perfectamente verticales; la ortogonalidad y precisión alemana, omnipresente en esta religión, es digna de loa y retórica admiración, dado que la carencia de fundamento científico se justifica sobradamente con la rigurosa metodología perfectamente definida en todo el proceso de consagración.
La riqueza en la presentación de los productos homeopáticos también ha influido sin duda en el éxito de aceptación de su comunión entre los practicantes: ampollas, gotas, lociones o geles, cualquier presentación en base acuosa parece ser que conserva las propiedades retentivas del agua, aunque el verdadero milagro de la homeopatía está en la conversión del agua en sólido en forma de tabletas, cápsulas e incluso supositorios, dejando ya atrás a hidromemoria y abriendo la mente a nuevos conceptos de la memoria universal de los elementos, obteniendo incuestionablemente similares resultados en cualquiera de los diluyentes ya sean líquidos o sólidos como se ha demostrado hasta la saciedad.
Pero no todo queda ahí, además de la loable pretensión de sanación el producto homeopático está lleno de ventajas para el practicante, especialmente indicadas para ser propagadas en canales televisivos de enfoque místico, como en la teletienda o los puntos de información de las farmacias, y entre las que se pueden enumerar, sin ánimo de ser exhaustivos:
- la homeopatía no requiere ensayos clínicos, la simple observación durante siglos y siglos de experiencia demuestra que el agua es inocua, incluso está recomendado su consumo diario por la OMS y lodos los organismos sanitarios nacionales aun en buen estado de salud, por lo que la homeopatía está alineada completamente con los criterios oficiales sobre el consumo de este tipo de productos de origen natural
- la homeopatía no necesita prescripción médica, se ha demostrado que el consumo voluntario de agua no afecta negativamente al ser humano ni a ningún ser vivo terrestre con organismo basado en el carbono, por lo que la homeopatía también está indicada en animales e incluso plantas sin las correspondientes prescripciones veterinarias o de un ingeniero agrónomo
- la homeopatía no requiere dosificación concreta, aunque se especifique una recomendación por imperativo legal, el practicante homeopático puede variar sus dosis de consumo de agua a conveniencia, sin riesgo alguno para su enfermedad. En el caso de olvidar accidentalmente una o cientos de dosis se pueden recuperar sin riesgo, al igual que se pueden adelantar si por ejemplo se prevé un viaje que vaya a dificultar las ingestas previstas
- la homeopatía no caduca, aun estando especificada una fecha de caducidad en el envase por imperativo legal, el buen criterio del practicante es suficiente para determinar que si algo huele mal no se debe tomar, independientemente de la fecha impresa. El tiempo no altera las increíbles propiedades de los productos homeopáticos, pero como se desconoce si la alteración del tiempo a causa de la velocidad y la Teoría de la Relatividad puede afectar a dichas propiedades, así que de forma conservadora se recomienda no tomar productos homeopáticos a velocidades cercanas a la velocidad de la luz hasta que pueda ser demostrado científicamente que no es perjudicial para la salud
- la homeopatía no tiene riesgo por sobredosis, pero se advierte que el abuso de consumo de productos homeopáticos puede llegar a producir enuresis
- la homeopatía no tiene contraindicaciones ni efectos secundarios, en más de 200 años de existencia de la homeopatía no se ha reportado ni un solo caso de que un producto homeopático tenga una contraindicación o un efecto secundario, por lo que la evidencia recomienda específicamente la homeopatía como complemento para enfermos afectados por múltiples dolencias y estén polimedicados, la hidratación nunca es mala
- la homeopatía no reduce la consciencia ni induce sueño los conductores, incluso la DGT recomienda la hidratación contra el sueño, por lo que el producto homeopático, independientemente del origen de su prescripción, siempre será beneficioso al volante, incluidos aquellos productos homeopáticos indicados para conciliar el sueño
- la homeopatía esta especialmente indicada para niños, mujeres embarazadas y ancianos, grupos de riesgo donde la hidratación, especialmente en época estival, está muy recomendada
- la homeopatía es intercambiable, esta increíble característica, conocida perfectamente por Samuel Hahnemann no es reconocida oficialmente por la iglesia homeopática. Por ejemplo, un producto homeopático indicado para la jaqueca se puede administrar indistintamente para la combatir la diarrea o el prurito pubiano con exactamente los mismos resultados. Esta realmente milagrosa propiedad puede reducir dramáticamente el botiquín del practicante, pero las consecuencias lucrativas para las organizaciones diluyentes hacen que no se recomiende tan audaz práctica
- la homeopatía es complementaria, se ha demostrado que es absolutamente compatible con otras religiones sanadoras como la acupuntura, el reiki, el biomagnetismo, la hipnosis, la quiropraxia, la regresión, la aromaterapia, la magnoterapia, el shiatsu, la numerología trántica, el tarot y los tambores chamánicos entre otras, garantizándose que la respuesta prevista de la enfermedad del paciente no varía incluso aplicando al practicante todas estas disciplinas de forma simultánea
- la homeopatía es más eficaz si las Tinturas Madres se denominan en latín, curiosa propiedad homeopática equivalente a multiplicar su dilución por 30CH, este efecto solo se produce si el producto homeopático está convenientemente etiquetado, de ahí el incuestionable valor añadido que aportan las organizaciones, farmacias e individuos con ánimo de lucro frente a las diluciones domésticas
Siendo esto así, observemos que posibles principios nocivos han podido estar en contacto con el hombre a lo largo de los 50.000 años en los que se estima que el homo sapiens sapiens está presente en la Tierra... sus propias heces. Está científicamente probado que el consumo de heces humanas provoca intoxicaciones intestinales, el síntoma más evidente es la diarrea, pero aparecen sçintomas secundarios frecuentes como la fiebre, gases, inapetencia, cólicos estomacales y en algunos casos vómitos.
Según el principio básico de la homeopatía que asegura que lo similar se cura con lo similar, la consagración de un producto homeopático que aproveche como Tintura Madre las heces humanas sería un eficaz remedio a bastantes males para los cuales hoy en día se utilizan múltiples medicamentos muy conocidos, como pueden ser el Fortasec para las diarreas, el Apiretal en los niños para la fiebre, Aspirina o Ibuprofeno en adultos, Primperan ante los vómitos y cólicos estomacales, multitud de preparados vitamínicos para abrir el apetito... un largo etcétera de productos farmacéuticos que todos y cada uno de nosotros hemos tenido o tenemos en nuestros botiquines domésticos. Desarrollemos esta brillante idea.
Multiples estudios aseguran que la población humana mundial a lo largo de la historia ronda los 107.000.000.000 de personas (107.000 millones de personas), siendo generosos con nuestra propia especie, aproximemos que la esperanza de vida media a lo largo de la historia ha sido de unos 40 años, por lo que multiplicando estas dos cifras obtenemos que a lo largo de la historia del homo sapiens se han vivido la friolera de 4.280.000.000.000 años/hombre (4,28 billones de años).
Está científicamente pesado que cada una de esas personas occidentales hoy en día expulsa al cabo de cada año una media de unos 54Kgr de heces, pero a lo largo de la historia la complexión humana y la alimentación no han sido tan generosas como lo son hoy, por lo que una cifra cercana a los 25Kgr año podría ser creíble, como media para todos los tiempos. Porque la existencia de las cloacas es reciente en la humanidad y porque quiero seguir bebiendo agua sin reparos, supongamos que el 0,1% de esas heces ha acabado en contacto con el agua corriente y ha sido disuelta en ella, esto son aproximadamente 10.700.000.000.000 kgr (10,7 billones de krg). Para finalizar con los datos estadísticos, la aproximación del volumen de agua en la Tierra es de unos 1.385.000.000.000.000.000.000 litros (1.385 trillones de litros).
Dado que diluyente y Tintura Madre han estado en contacto íntimo por más de 50.000 años, es una buena suposición que la dilución y agitación de la misma ha podido ser bastante efectiva, y que la concentración de 0,00000001 kgr de heces por litro agua del grifo es equivalente a un 4CH.
Por lo tanto, con un poco de paciencia, agua del grifo y agua destilada de calidad Q.P., utilizada de forma habitual en la consagración homeopática, es posible hacer uno mismo en casa un único remedio curativo para la diarrea, fiebre, gases, etc... siguiendo los sencillos pasos más arriba explicados, hasta llegar a una concentración 30CH, que parece ser muy efectiva en estos casos y que hará que cualquiera de estos síntomas mencionados sigan su natural curso y sin duda haya que recurrir de urgencia a un médico especialista convencional en el aparato digestivo antes de que otra viuda llore la experiencia homeopática. Es por eso que yo digo que la mierda no cura.
El futuro de la homeopatía es sin duda prometedor, legiones de practicantes usan día tras día estos remedios porque a ellos les funciona... y aun no se ha explorado la homeopatía gasificada, que se le prevé gran desarrollo, pero que sin duda plantea problemas complicados para los homeópatas, principalmente debido a la comprobada volatilidad de la memoria en los gases, no obstante ya se está preparada su distribución mediante inhaladores, globos de feria y esos plásticos que vienen en los embalajes y que hacen un ruidito cuando les aprietas con los dedos y explotan.
Para más información sobre la homeopatía usa Google, es una fuente inagotable de información magufa, y este video en castellano, es también un buen resumen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los comentarios del blog son moderados