jueves, 21 de agosto de 2014

...parecía una salchicha en un escáner

Refrito de Viaje a Bélgica. 30.11.2007. Amigos míos, cómo sabéis, mis achaques me tienen últimamente de médico en médico y al final he acabado ayer en un resonatorio magnético a que me hicieran, como dicen ahora, un diagnóstico por imagen.

Al llegar me recibió un amable señor de verde y me preguntó que si me había tragado algo metálico (no), o que si me había metido algún hierro por algún sitio y no había salido (creo que no), o que si estaba atravesado en algún punto de mi cuerpo por algo metálico (no), que si tenía claustrofobia (no) y no se cuantos más noes más... luego el amable señor de verde me dijo que me desnudara y allí me quede, en calcetines, hasta que volvió con un camisón para cubrir mi gran desnudez, insistiendo en que quedara abierto por detrás. Y el amable señor de verde dejó de parecerme tan amable.

El señor de verde me llevó hasta el resonatorio magnético y vi el agujero... "no quepo", fue lo primero pensé, y el señor de verde me dijo que me tumbará boca arriba, o lo que es igual, culo abajo, recordando que el camisón estaba abierto por detrás.

Entonces me tumbé en el trenecito del resonatorio magnético y el señor de verde me puso una cosa debajo de las rodillas, que hacía que yo quedará ligeramente con las piernas abiertas y elevadas, lo que supuso que dado que el camisón estaba abierto por detrás, mis vergüenzas quedaran colgando y expuestas, provocándome una sensación de vergüenza humillante... Y oigo que el señor de verde me dice "Le voy a aproximar, que no se si va a caber"... a eso me refería... me aproximó y no cupe, los hombros me hicieron tope en el agujero. Estaba claro. Encogiéndome me metío en el tubo como pudo. La nariz casi me daba en la parte arriba del tubo, por no decir los brazos, que los tenía completamente pegados al cuerpo y al tubo.

El señor de verde me decía cosas que no oía muy bien, porque me había puesto unos tapones para el ruido, porque los imanes, si son muy gordos, hacen ruido. Y ahí estaba yo, metido en el tubo oyendo rítmicos ruiditos, como empotrado, pero por dentro, y con una pera en la mano parecida a las de las lavativas por si pasaba algo, pero que casí no podía ni cogerla... y mis vergúenzas colgando...  y oi un grito que decía "¡NO SE MUEVA!" que provenía del que había pasado a ser el antipático señor de  verde, "... es imposible que me mueva...", pensaba yo,  si estaba apuntalado en 360º...

Más de veinte minutos llevaba con rítmicos ruiditos cuando el antipático señor de verde me saca de mi panecillo y me dice, algo, pero como no oía me acabó gritando "¿Pero donde te duele?", inmediatamente me hizo pensar que el color del pijama verde del señor de verde es porque estaba en prácticas... pero no veía ninguna L que lo corroborara. Y el señor de verde paso a ser el antipático e incompetente señor de verde, porque yo creo, sin saber de magnetismo resonado, que esas cosas se preguntan antes. Como me había sacado solo medio cuerpo no podía mover aún los brazos para indicar la zona de la espalda... así que el antipático e incompetente señor de verde
me sacó más hasta dejar mis vergüenzas completamente avergonzadas, y ya le pude indicar, no sin esfuerzo, la zona afectada. Y otra vez al tubo.

Al cabo de media hora los rítmicos ruiditos eran ya insoportables, y yo no veía ningún diagnóstico por imagen, pero si que me veía a mí en otra imagen, la visión de mí mismo, como desde fuera, una especie de esos viajes astrales, una experiencia extracorporal, en la que yo estaba ahí, dentro de ese artefacto, como una salchicha gigante con calcetines embutida en su panecillo... y es por eso que yo digo que parecía una salchicha en un escáner, servido por un antipático e incompetente señor de verde al son de unos rítmicos ruiditos resonantes...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Todos los comentarios del blog son moderados